I. Introduction by Z
What follows is a Spanish translation of APP’s Five-Point Manifesto.
We most warmly invite translations of the Manifesto into other languages too.
One of the many false assumptions of Anglo-American professional academic philosophy is that its own unique version of collective stupidity in philosophy, of destructive philosophical Gemeinschaft, is somehow inevitable.
The actual living presence of real, serious non-Anglo-American philosophers around the world proves otherwise.
In turn, all these philosophers everywhere can unite by collectively creating and enacting a borderless, cosmopolitan, truly open, and rebellious philosophy for humanity:
First, get rid of graduate schools, MA and PhD degrees, and philosophy departments altogether, and replace them with a network of interlinked open philosophy communities, each one created and sustained by voluntary association, team-spirit, and a shared sense of real, serious philosophy as a full-time, lifetime calling and mission, that combine dialogue, research, writing, publishing, teaching, and grassroots social activism, whose members are widely distributed spatiotemporally, in many different countries, continents, and time-zones, and who are therefore also fully cosmopolitan thinkers, doing real, serious philosophy without borders.
Second, get rid of professional academic philosophy journals, presses, and the rest of the professional academic publishing racket altogether, and replace them with a borderless, cosmopolitan, worldwide network of interlinked open philosophy online sites and platforms for dialogue, research, writing, publishing, teaching, and grassroots social activism, that are severally and collectively organized and run by the worldwide network of open philosophy communities.
Third, become rational rebels for humanity by working for Utopia Now.
Why not do it?
II. Prefacio de la traductora [1]
El texto que aquí traducimos es la expresión provocadora, programática y regulativa del proyecto llamado “Against Professional Philosophy” (APP), el cual tiene como base un diario virtual compartido por cuatro “personas” anónimas que -a su vez- están conformadas por “múltiples personas reales”, las cuales se identifican respectivamente bajo las letras W, X, Y, Z.
Como lo podemos apreciar en la página principal de APP, W tiene entre veinte y cincuenta años. Es una filósofa que no cuenta con tiempo completo, pero que da clases en alguna universidad pública (o privada) en algún lugar de Norte América.
Por su parte, X tiene veintitantos años, es estudiante de doctorado en Filosofía en alguna universidad en algún lugar de Norte América.
De treinta y tantos años, Y, es filósofa y profesora asociada de filosofía en un Colegio de Artes Liberales en algún lugar de Norte América.
Finalmente, Z es una cincuentona, cosmopolita y anarco-filósofa, que alguna vez fue profesora de tiempo completo en alguna universidad pública de Norte América… aún se las arregla para llevarla con la vida.
Lo que W, X, Y, Z, comparten es un amor profundo por lo que llaman “FILOSOFÍA REAL” entendiendo por ello la “reflexión racional, sinóptica y sistemática sobre la condición humana individual y colectiva, así como sobre el mundo natural en el cual habitan, se mueven y adquieren su ser los animales conscientes humanos y no humanos.”
La FILOSOFÍA REAL -se sostiene en APP- debe incluir aquel conocimiento alcanzado por las ciencias naturales y formales, aunque es capaz de expresarse entre y más allá de éstas. Esto implica tomarlas en consideración de manera no reduccionista y, por tanto, reivindicar las mejores intuiciones personales y prácticas (estéticas, artísticas, afectivo/emocionales, ético/morales), las cuales no pueden ser explicadas plenamente por las ciencias.
Asimismo, el medio y el contexto propicio para FILOSOFIA REAL es aquel que se genera a partir de “personas trabajando en proyectos individuales o colectivos, en proyectos de enseñanza, en el contexto de círculos pequeños y fraternales de filósofas afines. ¡Afines, pero no acríticas!”
Aquello frente a lo que acciona APP es, entonces, frente a la filosofía profesional en su totalidad: “Nosotras pensamos que la filosofía profesional está seriamente jodida por distintas razones que, irónica e incluso trágicamente, se oponen o minimizan el avance del proyecto de la FILOSOFÍA REAL.”
En este sentido, el manifiesto que a continuación presentamos se expone a través de cinco puntos que, de manera imperativa, invitan adoptar ciertas actitudes que hagan frente a la filosofía profesional basados en una descripción crítica de las dinámicas y fundamentos de ésta.
No quisiéramos adelantar nada en torno al contenido específico del Manifiesto, evitando que este prefacio pueda producir juicios en las lectoras que lleven a sentir una simpatía o antipatía anticipada por el mismo. Lo que sí es preciso advertir es que, debido a la contingencia geográfica de aquellas que lo han escrito, gran parte de las descripciones y referencias que en éste aparecen, pertenecen al contexto de la filosofía Norteamericana y las instituciones que la rodean, por lo cual seguramente aquellas filósofas hispanoparlantes que trabajan en Departamentos o Institutos afines a la filosofía analítica encontrarán mayor familiaridad con los contenidos del mismo; pero si hemos decidido traducirlo al español se debe a que consideramos que la situación y dinámica de la filosofía profesional ante la cual el Manifiesto se sostiene no distan mucho de lo que sucede también en aquellos Departamentos e Institutos más cercanos a la filosofía continental. Si todo esto es realmente así, no puede ser confirmado más que por las lectoras mismas.
Sea todo esto suficiente para dar paso, ahora sí, al Manifiesto, esperando que sea capaz de provocar las más diversas reacciones ante eso que -como el propio Manifiesto no deja de insistir- muchas sabemos, pero pocas nos atrevemos a decir… o peor aún, pocas nos atrevemos a actuar en consecuencia con ello.
III. Traducción: GA
Manifiesto de Cinco Puntos para Anarco-filósofos y otros Filósofos Reales: Un ensayo marginal de W, X, Y, Z.
1. -Piensa filosóficamente por ti misma[3].
Todas saben, pero casi nunca se atreven a decir, que -en la filosofía contemporánea profesional- si tienes la osadía de estar en desacuerdo con tu asesora de tesis de maestría o doctorado, con el comité examinador de la misma, con un comité de contratación, con tus colegas superiores (especialmente con aquellas que ocupan una posición o un puesto administrativo de alto rango), con personas que encabezan el área de especialización filosófica en la que te enfocas o que muy probablemente podrían ser examinadoras de tu trabajo en revistas y prensa académica, entonces estás en serios problemas, es decir, estás tirado a la mierda. Y todo esto es una situación mala que resulta hostil para con la FILOSOFÍA REAL. Por lo tanto, ten el valor de pensar por ti mismo y al diablo con ellas.
2. Critica la autoridad filosófica profesional.
Todas saben, pero casi nunca se atreven a decir que -en la filosofía profesional contemporánea- ciertas posturas filosóficas son tácitamente aceptadas por una gran mayoría de filósofos en los principales Departamentos de filosofía, y que otras posturas son ignoradas, sujetas a burla, rechazadas de un plumazo, o tan sólo tácitamente inaceptables para esa gran mayoría. Este hecho ha sido ya objetivamente confirmado por una encuesta reciente (2009) de PhilPapers seguida de un artículo de David Borget y David Chalmers, titulado “¿En qué creen los filósofos?”[4]
De manera más precisa, dicho artículo bien podría titularse: “¿En qué creen los filósofos profesionales contemporáneos que se encuentran en la lista del Top 100 de Departamentos de Filosofía seleccionados por el Philosophical Gourmet Report?”[5] O para ser más precisos aún, podría también titularse: “¿Qué deben creer los filósofos profesionales contemporáneos que quieren ser como la gran mayoría de los filósofos profesionales contemporáneos que se encuentran en el Top 100 de Departamentos de Filosofía seleccionados por el Philosophical Gourmet Report? (Estudiantes de posgrado y/o desempleados, sin plaza, o filósofas profesionales no promovidas, esto va para USTEDES.) Pero esto, nuevamente, es una situación mala que resulta hostil para con la FILOSOFÍA REAL. Por lo tanto, ten el valor de criticar a la autoridad filosófica profesional y al diablo con ellas.
3. Reconoce y rechaza la porquería filosófica profesional.
Todas saben, pero casi nunca se atreven a decir que, si tuviéramos que mirar retrospectivamente a la filosofía profesional a partir de 1983 (es decir, aproximadamente en los últimos 30 años) podríamos apreciar cuatro tendencias extremadamente importantes.
En primer lugar, desde 1983 ha habido cambios y transiciones significantes en lo que cae bajo el núcleo [the core] filosófico mainstream (Por mainstream entendemos: “aquellos filósofos con tiempo completo en los Departamentos del Top 100”. Mientras que por el núcleo entendemos “aquellas áreas de investigación que lo mainstream considera como realmente central y fundamental para la filosofía.”)
En el principio, estaba el Empirismo Lógico, el cual se mantuvo como la gran influencia entre los trabajos dentro del núcleo en el periodo inmediato posterior a la Segunda Guerra Mundial, desde los años cuarenta tardíos hasta los años cincuenta, hasta que el liderazgo de Quine y la reacción post-Empirista se asentaron durante los cincuenta. Los trabajos tardíos de Wittgenstein fueron entonces, por un corto periodo, tomados en serio. Durante los sesentas, la Filosofía del Lenguaje Ordinario, derivada principalmente de Oxford, constituyó una especie de invasión filosófica británica, la cual más tarde sería reemplazada por el boom davidsoniano en los setentas. De manera más general, de cualquier forma, durante los sesentas y setentas, e incluso ya entrados en los ochentas, el núcleo fue la filosofía del lenguaje y la lógica, acompañados por una postura virulentamente antimetafísica sumada a un antirealismo fuerte -ambos con respecto a la ciencia (por ejemplo, los trabajos influenciados por La Estructura de las Revoluciones Científicas de Thomas Kuhn) y también acerca de asuntos centrales en metafísica, epistemología y filosofía del lenguaje.
En los ochenta, el núcleo fue gradualmente sustituido, siéndolo ahora la filosofía del lenguaje y de la mente, la lógica y la metafísica, con un tendencia suave y gradual hacia la metafísica, siempre y cuando ésta fuera la metafísica de las ciencias naturales. El antirealismo comenzó a marchitarse. Por un breve periodo, a finales de los setentas y comienzos de los ochentas, las ideas antirrealistas de tipo robustamente pragmatista expresadas en La Filosofía y el Espejo de la naturaleza (FEN) de Richard Rorty (1979), la cuales estaban influenciadas por la historia de la filosofía y la filosofía continental (por ejemplo, kantiana, hegeliana, post-kantiana europea, neohegeliana, existencialista, fenomenología husserliana/heideggeriana, deconstruccionismo derridadeano o post-estructuralismo foucaultiano), fueron un reto para la hegemonía del núcleo.
Pero todos sabemos lo que sucedió con Rorty. Después de la convulsión intelectual que se generó alrededor de FEN, Rorty renunció a la filosofía establecida, se convirtió en profesora de Humanidades y Literatura Comparada, y nunca más fue leída o tomada en serio por ninguna de las filósofas mainstream o trabajando en el núcleo.
Posteriormente, en los noventa, el núcleo -silenciosa pero indudablemente- se transformó para dar comienzo al periodo de la filosofía de la mente, más lógica, epistemología, así como un creciente interés por la metafísica, guiado por la lógica modal y la ciencia natural. El núcleo metafísica-epistemología (M&E, por abreviar) misteriosamente fue difundido. El antirealismo científico, también misteriosamente, se tornó en su opuesto dialéctico, es decir, en realismo científico dogmático, especialmente en esencialismo científico. De manera igualmente misteriosa, también la filosofía del lenguaje en efecto desapareció como una disciplina filosófica propia del núcleo y reapareció como lingüística/psicolingüística, bajo una forma semifilosofíca y empíricamente conducida.
Finalmente, en el siglo XXI y su primera década, la filosofía de la mente ha sido desplazada gradualmente del núcleo y relegada a la periferia y por tanto, nuevamente de manera misteriosa, reemplazada -dentro de lo más nuclear del núcleo– por la metafísica modal (a.k.a Metafísica Analítica), de manera paralela con la lógica y la epistemología, la cual comenzó gradualmente a absorber a la filosofía de la mente bajo la firma de las teorías de la representación y el contenido mental, guiadas -como siempre- por la ciencia natural y sus métodos.
Para ser justos, en los ochenta y noventa, un gran número de libros que también estuvieron significativamente influenciados por la historia de la filosofía y/o por la filosofía Continental, intentaron retar también la hegemonía del núcleo: por ejemplo, Mind and World de John McDowell, Realism and Reason y Reason with a Human Face de Hilary Putnam y Making it Explicit de Robert Brandom. Cada uno de ellos tuvo ciertamente un pequeño grupo de entusiastas seguidoras que, muy esperanzadas, esperaban vanamente un rompimiento de la hegemonía del núcleo. Pero tristemente, eso no sucedió y todas ellas tarde o temprano sufrieron, en distinto grado, el mismo destino que Rorty y su FEN.
En este sentido, es completamente claro que desde 1983, el núcleo filosófico siempre ha incluido a la lógica, pero que gradualmente se ha vuelto más metafísico y cientificista bajo el ya mencionado acrónimo referencialmente más flexible de M&E. El realismo científico dogmático, así como distintas formas de materialismo, compatibilismo y ateísmo se han vuelto posiciones establecidas e incuestionables de antemano, las cuales sólo encuentran oposición por una pequeña minoría quijotesca de filósofas profesionales aparentemente reaccionarias. Esta oposición, que podríamos llamar la Oposición Oficial, que apenas y con las uñas se agarra del núcleo, sigue defendiendo o bien, el antirrealismo, el dualismo cartesiano, el incompatibilismo libertario o el teísmo.
¿Pero por qué, por lo menos desde 1983, no ha existido alguna consideración seria por parte de los mainstream hacia posturas que no encajan en el núcleo o en la Oposición Oficial? La respuesta es que, simplemente, esas posturas se encuentran fuera de sintonía con respecto a aquellas que trabajan o que se aferran con las uñas al núcleo. En otras palabras, son la tercera vía del mainstream filosófico: tócalo y morirás profesionalmente: nadie en el mainstream o trabajando en o cerca del núcleo leerá jamás tu trabajo o te tomará en serio nuevamente.
Que esto es irrefutablemente así, ha sido recientemente confirmado por la controversia intelectual altamente instructiva que rodea al libro Mind and Cosmos de Thomas Nagel: “Pobre del buen Nagel -dicen- la realidad es que no he leído Mind and Cosmos, pero se ha vuelto realmente loco, no es así?” … Je vou dis, merde.
En segundo lugar, desde 1983, todas aquellas personas dentro de la filosofía mainstream pero que no trabajan en el núcleo, han permitido que las encasillen dentro de una u otra de las tres áreas de especialización no-M&E, a saber: (1) Valores (ética, filosofía política y social, estética), (2) Historia de la Filosofía y (3) Filosofía Continental.
Sumados a M&E, (1-3) puede ser llamados, si se nos permite, Los Cuatro Caballos de las Áreas de Especialización (AdE). Para montar la misma silla de alguno de los Cuatro Caballos de AdE, dos condiciones implícitas deben ser satisfechas: (i) completa aceptación de la hegemonía del núcleo M&E, y (ii) completa aceptación del misterioso establecimiento, junto con AdE, de una estructura con características similares a la del núcleo, que controla efectivamente los patrones de investigación y publicación para aquellas personas que oficialmente trabajan en dicha área. De cualquier otra manera, estás profesionalmente muerta.
Las personas que estudian un posgrado o son filósofas profesionales sin tiempos completos o en camino tenerlo, se preguntan: “¿Pero por qué no puedo trabajar en temas que caen completamente fuera de Los Cuatro Caballos de AdE? O ¿Por qué no puedo por mí misma concebir un área de investigación y publicación original que, por ejemplo, fusione plenamente algunos de los asuntos y problemas básicos de la llamada M&E con algunos del área de Valores y algunos del área de Filosofía Continental? El sistema en su totalidad no tiene sentido para mí”.
A lo cual, lo mainstream responderá: “Bueno, lo siento, pero no puedes. A menos que, claro, quieras morir profesionalmente. Yo no hice las reglas. Esto es así.” Je vous dis merde!
En tercer lugar, ha habido una emergencia y florecimiento en la red de clasificaciones de filosofía profesional de todo tipo altamente influyentes, blogs relacionados con la profesión, etc; y, finalmente, al menos en parte, a consecuencia de dicha emergencia y florecimiento, un dominio casi completo de las prácticas de hiperprofesionalización e hiperespecialización de lo mainstream y de aquellas personas que trabajan en el núcleo.
La principal (o sino es que única función) de los programas de posgrado de filosofía en los Departamentos mainstream es producir, en un lapso de seis años o menos, nuevas personas con doctorado que puedan competir acertadamente en el campo de trabajo vigente. Sin duda alguna, los Departamentos mainstream están clasificados y castigados/premiados por sus universidades en particular y por la profesión en general, en función de sus tiempos de titulación y el historial de sus posiciones en clasificaciones.
Siendo así, esto es un claro ejemplo de cómo -siguiendo la sugerente frase de James C. Scott- “una calificación coloniza el comportamiento” (Two Cheers for Anarchism, p.14), y la FILOSOFÍA REAL es, de este modo, condenada a la inexistencia.
En cuarto y último lugar, quizá el aspecto más llamativo acerca de todo el periodo desde 1983 es que nadie ha hablado o formulado cuestionamientos críticos acerca de los grandes y obvios cambios que han sucedido, ni siquiera han dado muestra de apreciarlos como tales, ellas simplemente se van tras las últimas cosas como si hubieran estado ahí desde Sócrates.
Pero todo esto es una situación mala que resulta hostil para con la FILOSOFÍA REAL. Por lo tanto, reconoce y rechaza la mierda filosófica profesional y al diablo con ellas.
4. Trata a cualquiera por lo menos con el mínimo respeto moral, pero nunca permitas que la mayoría profesional te tiranice.
Todas saben, pero casi nunca se atreven a decir que, en la filosofía profesional contemporánea, si no te conformas a la cultura institucional y profesional dominante de tu Departamento, Colegio, Universidad o Asociación Filosófica[6] (llamemos a todo este conjunto el Estado Académico Profesional), entonces -publiques mucho o no- encontrarán la manera de castigarte, despedirte, o simplemente de echarte a patadas de tu profesión. De hecho, el slogan “publica o perece” es un mito. Muchos profesionales mainstream publican muy poco, de hecho consiguen un éxito profesional significativo debido a que se conforman con la cultura profesional dominante (tal como se mide, por ejemplo, con los índices de citación o algún otro ranking profesional en línea); por contraste, otras filósofas profesionales publican muchísimo y a pesar de ello les siguen negando trabajos, tiempos completos y/o ascensos, ya sea bajo el fundamento de que sus publicaciones no son lo suficientemente sustanciales o valiosas, o bajo el fundamento de que sus enseñanzas son inadecuadas, o bajo el fundamento de que…blaaa blaaaa blaaaa…
Cualquier cosa que digan bajo las cifras de la racionalización, esto no es más que un usual rigor mortis disfrazado de “rigor académico profesional”.
Por tanto, la cruda verdad es que, si no te conformas, el Estado Académico Profesional encontrará la manera de atraparte: el slogan en realidad es “confórmate o perece.” Pero esto, nuevamente, es una situación mala que resulta hostil para con la FILOSOFÍA REAL.
En conclusión, trata a cualquiera por lo menos con el mínimo respeto moral, pero nunca permitas que la mayoría profesional te tiranice. Y al diablo con ellos.
5. Asume la responsabilidad filosófica de crear la filosofía real futura.
En vista de los cuatro puntos anteriores, como una FILÓSOFA REAL, tienes tan sólo dos opciones: (i) renunciar a la filosofía profesional y, en nombre de la filosofía real, hacer con tu vida algo que realmente te interese, o bien (ii) permanecer en la filosofía profesional, pero desarrollar el arte de la resistencia y, en nombre de la FILOSOFÍA REAL, ser subversiva dentro de ella. Es decir, hacer anarco-filosofía. Por lo tanto, bajo cualquiera de estas opciones, atrévete a asumir la responsabilidad filosófica para crear la FILOSOFÍA REAL futura, y al diablo con ellas.
[1] Utilizamos y utilizaremos a lo largo de nuestra traducción, el modo gramatical femenino como el adecuado para referirnos a la profesión, estado o condición, de todo tipo de persona independientemente del sexo, género o preferencia sexual que dicha persona ostente. En este sentido, si alguien se siente confundido al leer y apreciar que, por ejemplo, nos referimos a Richard Rorty o cualquiera otra persona del sexo masculino como “una filósofa”, no se cuestione por el sexo que biológicamente ostentan, sino en torno a si, en función de la definición de Hanna, podemos referirnos a Rorty con el femenino en función de su condición de persona: la persona Rorty.
Asimismo, si alguna lectora del sexo masculino le cuesta trabajo identificarse como “una filósofa”, reflexione si, en efecto, cuenta con las características de una persona y, si considera que cuenta con ellas, siéntase cómoda y agradecida cuando se refieren a usted en femenino… Todas las que podemos leer este artículo contamos, en principio, con la capacidad de ser personas.
[2] Agradezco infinitamente a Z y a DBZ por sus amables y utilísimas sugerencias con respecto al contenido del prefacio, así como con respecto a la traducción misma.
[3] No está de más insistir en que, como lo hemos hecho en el Prefacio, seguimos utilizando aquí el género gramatical femenino, debido a que estamos siempre y más allá del sexo y del género, tratando con personas: ¡Todas somos personas!… o al menos podríamos serlo.
[4] http://philpapers.org/surveys/results.pl
[5] http://www.philosophicalgourmet.com/
[6] El texto original se refiere en específico a la “American Philosophical Association”, pero como hemos dicho en el prefacio a esta traducción, se puede intercambiar por la asociación, institución o departamento que se guste sin que por ello se altere – a nuestro entender- sustancialmente el fenómeno descrito.